En la imagen se muestra el Aguejero de la capa de ozono en la Atártida (datos obtenidos en el 2000  por el instrumento Total Ozone Mapping Spectrometer a bordo de un satélite de la NASA.

Es muy interesante encontrar como es que el beneficio propio sin conciencia puede afectar a tal grado que nuestro entorno y nosotros mismos pagamos las consecuencias. Unos ejemplo claro está el agujero en la capa de ozono ubicado en la Antártida, el mayor registrado en la historia. Este agujero de  acuerdo con un estudio revelado en la revista Nature Geoscience por CONICET; ha provocado indirectamente las tasas más bajas de crecimiento de los árboles de la Patagonia de los últimos 600 años y las más altas en Nueva Zelanda y Tasmania, Australia. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar las variaciones en los anillos de 3.000 árboles, a partir del año 1409 hasta el 2000.

Encontraron que en los cipreses de la cordillera (Patagonia), las araucarias y los coihues de Magallanes han crecido más lento desde los 50´s. Ricardo Villalba, el principal investigador del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), asegura que estas diferencias se relacionan con la variación en la disponibilidad de agua y los cambios de temperatura en cada región. "Las lluvias abundantes del sector norte de la Patagonia se desplazaron más al sur y por lo tanto llueve menos en el área", dice Villalba, y explica que esta disminución en las precipitaciones pluviales estaría relacionada a los cambios que provocó el agujero en la capa de ozono, fenómeno asociado a la llamada Oscilación Antártica del Hemisferio Sur (OAHS).

“La OAHS es como un anillo de diferencias de presiones que se forma en la atmósfera alrededor del continente antártico", nos dice Villalba en su investigación, "y controla la variabilidad climática en el Hemisferio Sur". El agujero en la capa de ozono habría influido en las presiones en las regiones más australes, lo que desplazó los vientos del oeste los que traen las lluvias hacia el sur.

En Nueva Zelanda y Tasmania esto ha traído períodos más secos, que favorecen el crecimiento de los bosques en sitios fríos y húmedos. 

De esta manera acorde al estudio, las variaciones en la OAHS explican hasta 33 por ciento y 40 por ciento de la variación en el crecimiento de los árboles en Nueva Zelanda y América del Sur... 

Esto evidentemente trae consigo un fuerte golpe en la economía a aquella zona, debido a que estos bosques son su principal sustento, una disminución en su crecimiento hace que la espera para sus uso sea mayor y la producción de manera disminuya hasta un 40 por ciento, añadiendo a esto la sobreexplotación de la araucaria a provocado su prohibición. Villalba considera necesario “mantener la prohibición de la corta de la araucaria, monitorear el uso de la madera de ciprés de la cordillera y restablecer los niveles de ozono sobre el continente antártico para que las lluvias aumenten nuevamente”. 

Carolina Vera, directora del Centro de Investigaciones del Mar y de la Atmósfera, Conicet-Universidad de Buenos Aires, dijo a SciDev.Net que “en el Hemisferio Sur, por sus vastas regiones oceánicas, la posibilidad de tener registros climáticos suficientemente largos es limitada”.

Por eso, destacó que el estudio contribuye a entender mejor las variaciones climáticas y su impacto a través de la información sacada de los anillos de los árboles.

Es evidente que el daño es muy considerable, ya que le agujero cubre en su totalidad a la Antártida, esto da lugar a una serie de cambios climáticos y fenómenos inesperados. Se espera que con él con el Protocolo de Monter real (1987) en el que varios países acordaron el disminuir y remplazar el uso de químicos dañinos a la atmosfera. El daño es grande un resultado significativo no se dará sino hasta el 2024, y más aún una regeneración total se estima hasta el año 2050.

Referencia bibliográfica

ecoportal. (2000 ). Recuperado el 11 de 11 de 2012, de https://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Prueban_que_el_agujero_de_ozono_frena_el_crecimiento_de_los_arboles_patagonicos